- Viajes a eventos o conferencias
- Reuniones internas y visitas a otras oficinas
- Retiros de empresa
- Reuniones con clientes
- Ferias comerciales
- Traslados y trabajos en el extranjero
- Viajes por negocios y placer
Los 7 tipos de viajes de negocios más frecuentes
Son muchas las empresas que envían a sus empleados a eventos o conferencias empresariales. Quienes van a una conferencia pueden asistir a seminarios o a talleres, así como a almuerzos o a reuniones para conocer a nuevos clientes o a otros profesionales. Estos eventos están pensados para mejorar la formación y el desarrollo profesional y propician la toma de contacto con clientes potenciales, compañeros y proveedores.
Para las empresas nacionales o multinacionales con diferentes sedes, los viajes de negocios son básicos a la hora de armonizar su filosofía y su organización. Puede que los empleados y la directiva tengan que visitar otras oficinas para hablar de proyectos concretos o de la estrategia comercial. O quizá tengan que ir a otras oficinas para cimentar una filosofía organizativa más integrada.
Algunas empresas deciden organizar retiros cada año o varias veces al año. Los retiros de empresa son positivos para cohesionar los equipos y para cimentar la filosofía de la empresa mediante actividades en grupo. Son también útiles para que quienes teletrabajan se reúnan con otros compañeros en persona, lo cual no solo es muy necesario, sino que resulta especialmente importante en el caso de las empresas en las que casi todos los empleados trabajan desde casa, algunas de las cuales ni siquiera tienen oficinas.
Es posible que los empleados o los directivos tengan que viajar para reunirse con posibles clientes o con clientes a los que ya conocen. En algunos países, como Japón, las reuniones presenciales y las reuniones informales son parte importante de la cultura empresarial, de ahí que los viajes de negocios sean básicos para cuidar las relaciones con los clientes.
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Las ferias y las exposiciones comerciales son canales de ventas fundamentales en según qué sectores. En las ferias comerciales las empresas tienen la oportunidad de presentar sus productos o sus servicios a quienes puedan estar interesados. Pueden ser un recurso muy valioso para las ventas directas, para dar a conocer una marca o para entablar relaciones con los clientes.Los empleados de compañías B2B («de empresa a empresa») o B2C («de empresa a consumidor») suelen viajar para exponer sus productos en ferias comerciales. Las ferias comerciales para empresas B2B se centran en la toma de contacto con clientes, mientras que las de las empresas B2C tienen como objetivo las ventas directas.
Aunque por normal general los viajes de negocios suelen durar unos pocos días o unas pocas semanas, los traslados de larga duración requieren de un compromiso mucho mayor. A veces los empleados tienen que mudarse a otra ciudad o a otro país durante un período de tiempo determinado. Puede que se les encargue trabajar en un proyecto concreto, poner en marcha nuevas funciones o nuevos procesos o formar a otros compañeros.Los traslados suelen ser más complejos que los viajes de negocios cortos, sobre todo si conllevan mudarse a otro país. Si ese es el caso, es posible que las empresas tengan que tramitar visados o cumplimentar la documentación fiscal necesaria. También tendrán que ayudar al empleado al que quieren trasladar a lidiar con el choque cultural y la búsqueda de vivienda o a la hora de asentarse en la nueva ciudad.
El último tipo de viaje de negocios del que hablaremos es el que se hace «por negocios y por placer» («bleisure», en inglés). Los viajes por negocios y por placer están al alza: los estudios de Expedia Media Solutions muestran que más del 60 % de los viajes de negocios eran también, en parte, viajes por placer. Cualquiera de los tipos de viajes de negocios de los que hemos hablado podría convertirse en una viaje por negocios y placer.Quienes viajan por negocios y por placer prolongan sus viajes de empresa para hacer un poco de turismo y descansar. Dado que los viajes de negocios implican visitar ciudades o países nuevos con muchas cosas interesantes que ofrecer, no es de extrañar que un buen número de quienes viajan se sientan tentados de aprovechar esos viajes para ver mundo.Esta forma híbrida de viajar puede ser positiva tanto para las empresas como para los empleados. Si se permiten los viajes por trabajo y por placer, hay más posibilidades de que los empleados se presten más a menudo voluntarios a hacer viajes de negocios. Además, quienes viajen tendrán tiempo para tomarse un descanso, con lo que volverán a la oficina con las pilas cargadas y más despejados.No obstante, si tienes en mente introducir en tu empresa viajes por negocios y placer, conviene adaptar las políticas sobre viajes de empresa para garantizar que no haya sorpresas.
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